viernes, 22 de abril de 2011

Felices Pacuas


Si bien para muchos la Semana Santa no es más que un período de días de descanso, para muchos creyentes cristianos en el mundo entero el significado es otro, totalmente diferente. Y es que se trata ni más ni menos que de la conmemoración anual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ende, para aquellos que profesen la devoción hacia Cristo, sin duda alguna será un período de reflexión.


Nuestras tareas




¡Tenemos cosas que hacer

maravillosas!



Nos han encomendado la casa de este mundo.

Todo lo que el Creador hacía en él

es ahora tarea nuestra.



No os crucéis de brazos,

ni os deis a la bueno vida.

¡De todo lo que podemos hacer

y no hagamos,

se nos pedirá cuenta!



¡Qué tarea tenemos encomendada!

Encender el sol cada mañana

para todos

y sacar brillo a la luna

para que relumbre por los caminos de la sombra.

Contar de una en una las estrellas,

investigar los planetas,

ponerles nombres:

a uno "amor" ,

a otro "solidaridad",

al más lejano “Iugar de encuentro".

Tenemos que limpiar cada mañana la atmósfera

para que respiren los niños

y se pierdan en su azul

el vuelo de los pájaros

y nuestras miradas.

apresúrense a limpiar el cielo

de aviones de guerra,

de helicópteros de vigilancia,

de cohetes nucleares,

de "cacharros" que llevan amenazas.



Hay que poner manos a la obra

de lo contrario... llegará un día...

En que la tierra parecerá una caldera abrasada

y los árboles serán huesos calcinados

y los ríos llorarán como una madre sin agua.



Nos han dejado en la casa

para organizar entre los trabajadores

una convivencia digna.



¡Hay que poner sumo cuidado en la tarea!

Haced la Constitución

fundada en el valor de la persona.

Que reine el amor,

el respeto,

el servicio mutuo,

el desvelo por atender al que más lo necesita.



Mientras nosotros dormimos,

otros trabajan,

trabajan para sus propios intereses,

para someter a los personas,

aplastar a los pueblos,

llenar a tope sus arcas,

¿No veis cómo trabajan

cerrando la boca a los que gritan,

segando la vida a los que piden libertad,

apaleando a los que trabajan por la paz,

encarcelando a los que claman por la dignidad

de los hombres y de las villas?



Si hoy viniera el Dueño de la casa

y nos pidiera cuentas,

¿cuál sería el resultado de la auditoria?

El Dueño de la casa avisa:

"Os digo a todos: trabajad con ahínco

en la tarea que tengo encomendado.

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